✉ 12 cartas para ti
- María Valverde
- hace 3 días
- 11 Min. de lectura
Este año he tenido un compromiso mensual contigo. Si estabas en esta lista te habrán llegado cartas mías con mis movidas del mes (personales y de proyectos). Ha sido un proyecto precioso, motivado por Bárbara Bussons.
Hemos vivido momentos históricos como el de mi encuentro con Yuja Wang o el del café maligno. 😂 Nos vamos a tomar unas vacaciones, pero quiero saber si te ha gustado leernos y si quieres más. ¿Qué partes eran tus preferidas?
Aquí he querido recopilar aquí las partes que considero más destacables, por si te las perdiste y para animarte ahora sí que sí ha suscribirte para el momento en que decidamos retomar.
Un abrazo grande.
M 🍀
✉ 1. Mas allá de las notas
A ver, en estos meses he vivido muchas experiencias increíbles: he grabado programas de divulgación musical en formato televisivo, he escuchado cientos de voces infantiles cantando mi letra de la Marcha Turca ("¡Deja de tocar!"), he dado ponencias en conservatorios superiores de toda España, he asistido a congresos... ¡Una locura, la verdáh!
💫 Todo esto me ha alineado finalmente con mi propósito:
ANIMARTE A IR MÁS ALLÁ DE LAS NOTAS 💫
No quiero que nos quedemos en la superficie, si no que descubramos cuán hondo es el significado que le podemos dar a la música.
¿Qué hay más allá de las notas?
Estás tú. Tú y tu capacidad creativa. Todos somos artistas. Todos somos músicos que contemplamos y ordenamos los sonidos en nuestra imaginación. Te propongo que te acerques a la música con una nueva ambición: hablando, experimentando y jugando con ella.
¿Qué viene ahora?
Eso es lo que irás descubriendo en esta Newsletter mensual. ¡Queda mucho por delante!
✉ 2. ¿Qué hay más allá de las notas?
Más pensamientos musicales. Soy una friki. Te lo ahorro.
✉ 3. Septiembre, un Ciclo y el café maligno
Como anécdota os tengo que contar que estuve en Badajoz y me pasaron cosas MUY extrañas. Fui a dar dos charlas para la Welcome Week del Conservatorio Superior de Música de Badajoz, un centro fantástico y lleno de gente con unas ganas de cambiar el mundo contagiosas.
Salí de allí feliz y me empezó a llover encima. Después de casi ahogarme y ser arrastrada por el río Guadiana (drama total), fui dando tumbos completamente cegada por estas adversas circunstancias meteorológicas y me refugié en un bar que ya había cerrado la cocina, pero en el que gustosos me invitaron a quedarme. Me ofrecieron “pescado con patatas” para comer. Esperaba yo mi pescado con patatas cuando pusieron sobre la mesa una fuente gigante monstruosa y apocalíptica de barro llena de estofado. Muchísimo estofado. Con ese estofado podría haberse alimentado Badajoz entero durante un mes. Yo miré al camarero con profundo escepticismo, pero se le veía convencido (casi orgulloso) de lo que estaba haciendo. Pues verás. No sólo estaba buenísimo el estofado (no me lo acabé obviously), sino que me lo dio g r a t i s. Literalmente g r a t i s. Cero euros. ¿Acababa de ser víctima de un envenenamiento? ¿Estaba ese hombre experimentando sociológica y gastronómicamente conmigo? No lo sé. Lo cierto es que no pagué un duro. Para los interesados, el local es el Mesón don Quijote. Si vais, dadle un saludo de mi parte.
Empapada en lluvia y perplejidad, fui a la estación de tren y pedí un café. Me dieron esto:

✉ 4. Inicio del Ciclo y éxito en Gente Muerta
Se dice que octubre da miedo (spooky season…), a MÍ algún susto me ha dado… ¡Menos mal que mis alumnos y alumnas me mantienen cuerda!
Esto me contó una de mis alumnitas de 6 años sin previo aviso durante una clase:
- Mi padre quería llamarme Lucía Fernanda.
(La miro, perpleja ante esa interrupción de mi explicación.)
- Dice que así podría acortar y llamarme Luci Fer.
Se me cayó la boca al suelo y no paré de reír en un rato. Los niños traen salud (también la quitan). A mí me han ayudado en este mes tan intenso.
✉ 5. How I Met Yuja Wang y eventos próximos
¡Hola! Mientras te escribo estas líneas en una cafetería de Madrid suenan ya villancicos de fondo. Todavía noviembre, pero ya anticipamos la Navidad. A mí en realidad me gustaría cantar villancicos todo el año porque me gustan mucho, eh. Así que, si se cantan ya en noviembre me parece genial.
¡Por cierto! ¡¡¡POR CIERTO!!! ¿Sabías que este mes he conocido a Yuja Wang? Fue absolutamente increíble y horroroso al mismo tiempo. Ella tocó en el Teatro Real en Madrid. Nos escribimos para vernos después del concierto. Has de saber que, por ultra sorprendente e incomprensible que me parezca, es muy fan de mis imitaciones de pianistas famosos.
Estaba yo ahí, esperándola en la puerta al haber acabado el concierto, cuando me da por mirar el móvil. Me había enviado un mensaje hacía 10 minutos: “Where are you?? I did ask about you but they told me nobody is here”. Se me hiela el corazón. ¿Cómo que nobody is here, mi reina? Yo estoy aquí, he venido a verte. Te buscaré y te encontraré. Empecé entonces mi aventura. La aventura de intentar entrar a un evento privado en el Teatro Real sin ningún tipo de permiso ni de acreditación más que un mensaje de Yuja diciendo que se sentía sola y abandonada.
No os voy a dar todos los detalles de mi lamentable cruzada de 40 minutos de una puerta a otra corriendo desesperada. Inventándome historias. Enseñando su mensaje y dejándole nosecuántas llamadas perdidas. La realidad es que en determinado momento, un burócrata conserje que deseaba mi sufrimiento y mi dolor me dijo con voz triunfal que no lo intentase más, que Yuja se había ido. Yo comencé a arrastrarme hacia casa. Me llegó un mensaje. Miré el móvil. Era ella. Me dio un número. Me dijo que llamase. Llamé. Me recogieron. Me buscaron. Y llegué a un restaurante en el que la vi. Nos conocimos finalmente en persona. Y… no me da tiempo a acabar esta parte de la historia. Si la quieres saber me tendrás que invitar a un café o a una cerveza para que te la cuente.

✉ 6. Ni se te ocurra no tocar villancicos
A ver, mírame a los ojos y prométeme una cosa: si eres músico y te piden algún villancico este año tus amigos o tu familia; tó-ca-lo. Que no me entere yo de que te vas indignado a twitter a decir que cómo puede ser que sea lo único que les gusta escuchar y que blablablá. Relájate y toca el Chiquirritín, que también es importante.
Me parece increíble, pero te he escrito ya seis newsletters. Desde julio hasta ahora. Ha sido un semestre tan increíble que voy a tener que pasar mis vacaciones mirando fijamente una pared blanca para digerirlo.
¿Sabías que tengo una familia ultra hiper mega numerosa?
Somos nueve hermanos. Yo soy la mayor. No te puedo explicar con palabras el ansia que tengo por verles a todos, por achucharlos, por escucharles, ver cómo les ha ido el curso, qué han aprendido, cantar con ellos, echar unas cartas o hacer unos puzzles, romper nuestra amistad jugando a Mario Kart... Tengo mucha suerte.
También te diré que no tuve nunca un cuarto propio. Y cosa que hacía, cosa que era inmediatamente destruída por las manos infantiles más inocentes y llenas de porquería del mundo. Maldita sea, ¿sabes qué programa era el de Art Attack, el de las manualidades? Creo que intenté hacer dos, un castillo y otra cosa, que fueron masacradas antes de que se secase el mejunje de la cola con agua. Ahí dije que nunca más me dedicaría a hacer cosas que pudieran ser destruidas. Por eso hago música.
En realidad este último giro me lo he inventado, pero no queda mal.
Ya basta de hablar de mis traumas.
Ha sido un gusto escribirte este 2024.
Este proyecto va mano a mano con Bárbara Bussons, una chica que te caería genial y que ha hecho esto posible. G r a c i a s.

✉ 7. Me han reconocido en el metro
Te tengo que confesar una cosa:
Todos los años cuando llega enero me hago varios propósitos de año nuevo. Uno de ellos se repite siempre, pero no soy capaz de cumplirlo: vestirme mejor y arreglarme un poco más.
Sí. Aquí donde me ves, esta cuestión me atormenta. Puede parecer que soy una persona digna y respetable cuando voy a la radio, a los podcasts, a las charlas y a los conciertos, pero encontrarse conmigo un día normal es… otra experiencia. ¡Por eso me sorprendió tanto cuando ayer me reconocieron en el metro!
Iba en el metro de Madrid cuando un muchacho me saludó ilusionado: “¡Hola! Te conozco del programa en Radio Nacional de España.” Yo le miré absolutamente perpleja.
Ese día lo había comenzado de viaje. Me desperté en Sevilla, habiendo dormido poco, con el tiempo justo para salir corriendo a la estación, sin duchar, sin peinar, sin nada de nada. Al llegar a Madrid fui directa a dar mis clases de piano, y ahí estuve hasta bien entrada la tarde. Enlacé con una reunión que tenía pendiente. Finalmente, siendo ya un despojo humano, decidí pasar por un supermercado antes de llegar a casa. Y así me encontró él: cargada con una maleta, una mochila, una bolsa de plástico de supermercado, sentada en el metro, despeinada, con las gafas en la punta de la nariz, la mirada perdida en el infinito y en la mano unas barritas de cereales que me acababa de comprar. Y me reconoció. “¿Cómo diantres me has reconocido?”
¡Menudo contraste con aquella persona que él debió de ver en la radio! Me hizo gracia. Pero me hizo darme cuenta también de que sigo con la cuenta pendiente. Sigo con este propósito de año nuevo atascado. ¿Será 2025 el año en el que conseguiré presentarme como una persona limpia y digna en sociedad? Acepto apuestas.
✉ 8. Tengo alergias, soy ludópata, ¡y me voy a Colombia!
¡Hola! ¡Cuánto tiempo!
Me alegra profundamente que todos estos proyectos estén saliendo adelante. Aunque os tengo que decir que mi prioridad para este año era ir bien de salud y ya se me ha torcido el plan. De un tiempo a esta parte me da alergia todo. Voy con la nariz roja a todas partes. Es una muy mala imagen para dar una primera impresión. Nariz irritada. Ya sabes…
Intenté buscar una solución, pero no la encontré. Así que me rendí. ¿Busqué apoyo en el alcohol? ¿En las drogas? ¿En la fiesta y el desenfreno? No. En los videojuegos. Concretamente, en Humankind.
Pensarás que estoy de broma, pero cuando me entrego a un videojuego te juro que no duermo. Me meto tanto en la historia que no puedo dejar de jugar. Humankind es un juego de estrategia en el que tienes que hacer prosperar tu civilización y vencer a las demás. Yo escogí la civilización egipcia. ¿Me estás diciendo que es más importante que yo duerma unas horas a que una civilización entera se salve y no perezca frente a los hititas o los asirios? ¿Dormir un poco o salvar a la humanidad? ¡¡Salvar a la humanidad, obviamente!! Llámame mártir.
En fin. No te preocupes. Ya he salido de mi adicción. Me estoy reinsertando en la sociedad y vuelvo a hacer planes e intentar cuidarme. De hecho, uno de estos findes estaré por Londres (un viaje 100% de ocio), ¿conoces esta ciudad? ¿Me haces alguna recomendación? Te leo.
✉ 9. Un reencuentro IMPORTANTE
Cuenta la leyenda que yo no estudiaba piano. Acababa de empezar la carrera (el Grado Superior de Interpretación), me había mudado lejos de mis hermanos y no había manera de que me sentase a practicar. Sólo jugaba a las cartas y me iba de fiesta. Estaba en crisis.
Esta leyenda dice que un día Patrín, mi profesora, me preguntó que por qué no estudiaba. Que qué estaba pasando. “Hay demasiado silencio, no me concentro”, dije. ¿Demasiado silencio? ¿Qué clase de excusa es esta? Patrín sabía de la existencia de mis muchos hermanos. Se podía imaginar el follón que habría tras el cual yo había imaginado el sonido de un piano que realmente nunca podía llegar a escuchar. Y aunque sonase a la peor excusa del mundo, me creyó.
Concluye la leyenda con que acabé acostumbrándome al silencio, a estar tranquila conmigo misma, a escucharme bien y a practicar piano. Es bonito saber que esta persona que me guió y me comprendió tanto, Patrín, va a venir al próximo concierto del «Ciclo de Música de Cámara y Divulgación: Más Allá de las Notas», ¡y tocaremos juntas! ¡Va a ser un momento IMPORTANTE!
[...] ¿Sabes que he estado en Londres y que el aeropuerto estuvo amenazado por inundación y desbordamiento de afluentes del Manzanares el día en que salía mi vuelo? Como remate, un aeropuerto de Londres se incendió causando el “caos aéreo mundial”. ¿Cómo acabó ese viaje? Otro día te lo cuento.
✉ 10. ¿Estáis vivos?
Ayer me paseé durante horas inmersa en el caos madrileño. No se puede llamar, ni enviar ni recibir mensajes. Tampoco pagar con tarjeta. Los semáforos han dejado de funcionar, los ascensores se detienen entre pisos, y las líneas de metro se sumergen en la oscuridad de la que salen decenas de personas, alumbrándose con las linternas de sus móviles. Todos con la misma cara de “¿qué está pasando?” Alguien comenta que su cuñado en Sevilla tampoco tiene luz. En Logroño, igual. En Cuenca, lo mismo. En ningún rincón de España queda electricidad. ¿Cómo es posible? ¿En qué momento entramos sin darnos cuenta en una película de ciencia ficción?
¿Cómo viviste este día? Para mí fue inquietante. Ya al caer la noche, mi compañera de piso y yo nos reunimos en el salón bajo el parpadeo de dos velas. En ese momento, ella sacó su ukelele, yo mi melódica, y empezamos a cantar nuestras canciones favoritas, a improvisar, a crear otras nuevas. Entonces, el tiempo dejó de importar. La noche seguía ahí, la oscuridad también. ¿Serían las nueve? ¿Las diez? ¿Las once? Qué más da. La música ayuda en la espera, da esperanza y paciencia. Calma el corazón. Con ese corazón tranquilo salimos a pasear por las calles apagadas y vimos por primera vez las estrellas brillando sobre Madrid. ¡Un cielo estrellado en Madrid!
✉ 11. He sido atropellada por mayo
Todos morimos un poco en mayo. Se acerca el final de curso: los exámenes, las fechas de entrega, los festivales, fiestas y festines fin de curso. No encuentro la manera de evitar ser atropellada por un mes así. Bárbara y yo nos dábamos cuenta ayer, ¡¡la newsletter!! ¡Casi se nos pasa escribiros! ¿Para ti también es un reto? ¿Tienes algún truco que nos pueda ayudar?
Por cierto, ¡el 6 de mayo fue mi cumple! Pude escaparme durante el puente y celebrarlo con mis miles de millones de legiones de hermanos. ¡¿Qué más se puede pedir?!

✉ 12. Resaca emocional
¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Vas a estar de vacaciones estos meses?
Bárbara y yo acabamos de llegar de nuestro viaje a Colombia con el corazón tan lleno y una resaca emocional tan grande que no sabemos qué hacer con ella.
Nos vamos de vacaciones. A desconectar, a recargar, a procesar lo vivido estos meses.
Prometemos volver.

Contenido que compartí:
Mi participación en el Podcast Gente Muerta de Maya Pixelkaya
El ciclo de música que cree con Bárbara: Más Allá de las Notas
Mi colaboración con el podcast Dogma 440 de Arte Sin Dormirte
Mi ponencia "La escucha creativa! para el Área de Música de la Universidad Internacional de La Rioja
Mi actuación en el Hospital de Gregorio Marañón (Oncología y Terapias Avanzadas) tocando el piano y hablando de música gracias a Piano Vius
Mi paso por Badajoz en la Welcome Week, por Santiago de Compostela en el curso Airas Nunes, por Barcelona en el Taller «Adaptación a los cambios y autorregulación sensorial» de Ana Dierssen, por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, por el Conservatorio Superior de Música de Granada, por Avilés en el Conservatorio Municipal Profesional «Julián Orbón»
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